Beneficios de salud de la hipnosis: ¿la hipnoterapia es real?

La hipnosis clínica está muy lejos de ser un tipo con un traje de lentejuelas que hace que la gente ladre como perros en un escenario. Aunque quizás no sea tan divertido como la variedad de entretenimiento de la hipnosis, la forma clínica ha demostrado que trata muchas condiciones con éxito.

La hipnosis es un estado de atención alterada y altamente enfocada. Produce relajación que disocia al participante del presente. Puede permitirles sentirse temporalmente como si estuvieran en otro lugar o en otro momento. Tal relajación profunda guía la mente lejos de la condición de salud, más a menudo dolor de algún tipo. Los hipnotizadores profesionales pueden sugerir técnicas hogareñas que permitan a los usuarios controlar su dolor. Las técnicas en casa que los hipnotizadores enseñan son especialmente útiles, ya que se pueden realizar desde la comodidad de su hogar.

La ciencia occidental comenzó a observar más de cerca esta terapia después de que los estudios la compararan con la acupuntura y los analgésicos. Se descubrió que la hipnosis reduce el dolor y varía de acuerdo con el tipo de fraseología que use el terapeuta. Al monitorear las ondas cerebrales, los investigadores descubrieron que la respuesta hipnótica realmente ocurrió en el cerebro. Y eso significa que pueden ocurrir cambios fisiológicos reales. El cuerpo puede responder si el cerebro responde.

Entonces, ¿para qué sirve? La hipnosis ha demostrado ser muy útil para controlar la ansiedad y el estrés en una gran variedad de personas. Eso incluye pacientes para quienes el estrés es francamente peligroso: pacientes hemofílicos que tienen hemorragias incontrolables que pueden empeorar por el estrés. La hipnosis también se usa a menudo para ayudar a las personas a superar sus miedos, dejar de fumar, controlar los problemas de abuso de drogas, etc.

En el manejo de la enfermedad y el dolor, la hipnosis se vuelve más útil en situaciones donde los analgésicos no son apropiados o efectivos. También se usa en enfermedades crónicas como el cáncer y el VIH. Este tratamiento, que es relativamente seguro y libre de efectos secundarios, se ha probado en prácticamente todos los dolores o enfermedades imaginables. Como dice el viejo refrán, “mente sobre la materia”. Muchos hipnotizadores profesionales creen que el proceso de hipnosis puede al menos aliviar la presencia de síntomas en un paciente, ayudándolos a sanar mentalmente, si no físicamente. Se ha utilizado en el síndrome del intestino irritable, artritis, quemaduras, enfermedades terminales e incluso tos.

Una cosa a tener en cuenta es que no todos pueden ser hipnotizados. Se estima que aproximadamente el 25% de las personas no puede entrar en un estado de hipnotización. Pero, para tres cuartas partes de la población, esta terapia sigue siendo una opción.

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