El encubrimiento de Big Pharmacy

Todos hemos tenido la experiencia cuando se nos recetó un medicamento y luego se nos dio un folleto en el que el farmacéutico nos explicaba todas las cosas importantes que deberíamos saber sobre tomar el medicamento. Desafortunadamente, estos folletos informativos pueden variar ampliamente en su contenido y, a menudo, pueden ser difíciles de leer y entender.

La FDA regula la información de las etiquetas de los medicamentos recetados, pero los folletos informativos dispensados ​​por las farmacias no. Las compañías editoriales privadas generalmente proporcionan el contenido de los folletos, y luego las farmacias eligen y eligen qué información incluir o excluir.

Como resultado, la información del prospecto sobre el mismo medicamento, proporcionada por el mismo editor, puede variar ampliamente de de farmacia a farmacia, como descubrieron los investigadores en un estudio reciente.

Científicos de la Universidad de Florida, Gainesville, observaron folletos que contenían un recuento de palabras de aproximadamente 30 a 2,500. Los folletos más largos tenían más probabilidades de contener toda la información recomendada por la FDA. Pero a pesar de que los folletos más largos proporcionaron más información, pocos estuvieron cerca de cumplir con todos los estándares de la FDA. Sólo el tres por ciento de un medicamento recetado vino con folletos que cumplían al menos el 80% de los “criterios de utilidad” que los investigadores adaptaron de los estándares de la FDA.

El equipo de investigación también descubrió que a veces faltaba información importante. Por ejemplo, aunque alrededor del 90% de los prospectos proporcionaron todos los efectos secundarios graves de dos medicamentos en particular, cuando se trataba de un tercer medicamento, casi un tercio no mencionó el potencial de interacciones entre medicamentos.

En general, la mayor deficiencia en los folletos era la legibilidad. En promedio, los folletos de todas las farmacias cumplen con menos de la mitad de los criterios de comprensión / legibilidad. Por ejemplo, el contenido debe escribirse a un nivel de lectura de sexto a octavo grado, pero solo el 10% de los prospectos de un medicamento y el seis por ciento de otro cumplieron ese estándar.

Fuentes demasiado pequeñas, bloques grandes de texto con poco blanco el espacio entre líneas y el desorden general (muchos folletos también contenían anuncios o cupones de tiendas, por ejemplo) tenían otros problemas con el formateo, halló el estudio.

Los investigadores están preocupados de que, cuando hay mucha información que distrae, hace es más difícil para los consumidores extraer los puntos clave sobre el uso seguro y efectivo del medicamento. Llegaron a la conclusión de que los hallazgos apuntan a la necesidad de una información de medicamentos mejor y más consistente, preferiblemente regulada por la FDA.

Por ahora, puede seguir sus propios pasos para asegurarse de tener la información clave que necesita para cualquier receta nueva. Tenga en cuenta que esto puede significar hacer preguntas a su médico y / o farmacéutico. Por lo menos, asegúrese de saber para qué es el medicamento y cómo tomarlo. También debe conocer las posibles interacciones con otras drogas / hierbas que esté tomando.

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