Enlace entre Soda y Diabetes

En este momento, la mayoría del segmento consciente de la salud de la sociedad sabe muy bien que la gaseosa no es una bebida saludable. Es más como un bocadillo. Como postre.

Un nuevo estudio no hace más que consolidar esa noción. Descubrió que el consumo regular de refrescos y otras bebidas azucaradas está relacionado con un riesgo claro y consistentemente mayor de síndrome metabólico y diabetes tipo 2.

El estudio aparece primero en línea en la revista “Diabetes Care”.

Anterior los estudios han analizado el vínculo azúcar-bebida-diabetes, y la mayoría ha encontrado un vínculo para estar presente. El nuevo estudio es diferente porque reúne toda la evidencia disponible para dar una idea general de la magnitud del riesgo involucrado.

Las bebidas azucaradas son muy populares en los EE. UU. Y el consumo ha aumentado sustancialmente tanto en el país como en todo el mundo . Los estudios científicos han demostrado asociaciones consistentes con el aumento de peso y el riesgo de obesidad. Este estudio es la primera revisión grande que relaciona la gaseosa con la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico. (Este último es un grupo de factores de riesgo, como presión arterial alta y exceso de grasa corporal alrededor de la cintura, que aumentan el riesgo de enfermedad arterial coronaria, accidente cerebrovascular y diabetes).

Los investigadores realizaron un metaanálisis que combinaron 11 estudios. Sumaron a más de 300,000 participantes; de estos, 15,043 tenían diabetes tipo 2 y 5,803 tenían síndrome metabólico.

Los resultados: beber una o dos bebidas azucaradas por día aumentó el riesgo de diabetes tipo 2 en un 26% y el riesgo de síndrome metabólico en un 20%, en comparación con aquellos que consumieron menos de una bebida azucarada por mes. Beber una porción de 12 onzas por día aumentó el riesgo de diabetes tipo 2 en aproximadamente 15%.

Esta relación probablemente sea una relación de causa y efecto, porque otros estudios han documentado que las bebidas azucaradas causan aumento de peso y aumento de peso está estrechamente relacionado con el desarrollo de la diabetes tipo 2.

Aunque muchos factores están en juego cuando una persona desarrolla diabetes y síndrome metabólico, queda poca duda de que la gaseosa azucarada es un factor de riesgo sobre el que tenemos control total. Elegir no beber azúcar líquido puede tener un gran impacto en el riesgo de estas enfermedades graves.

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