No es novedad que el ejercicio regular sea lo mejor que puede hacer por su salud. Pero, las personas aún se resisten. Para algunos, el obstáculo es el tiempo, mientras que para otros, pueden ser limitaciones físicas. Sin embargo, existe un método de ejercicio que puede funcionar para personas que están muy ocupadas o que no están seguras de poder manejar otros regímenes: una bicicleta asistida eléctricamente.
Las bicicletas eléctricas permiten al usuario realizar un ciclo y hacer ejercicio, pero también permite para usar energía eléctrica cuando se enfrentan a colinas difíciles, o cuando el esfuerzo hace que pedalear sea doloroso o agotador. Debido a que el motor eléctrico puede reemplazar cuando el usuario se cansa, una bicicleta eléctrica le permite al usuario controlar la cantidad de ejercicio que desea.
Investigadores de la Universidad de Niza en Francia realizaron recientemente un estudio para analizar las demandas físicas de pedalear en una bicicleta asistida eléctricamente. Querían probar su potencial como una forma alternativa de realizar ejercicio.
El estudio comparó a 10 participantes que fueron entrenados en ejercicio de resistencia contra 10 novatos. Los 20 participantes realizaron el mismo protocolo de ciclismo compuesto por nueve períodos de ciclismo de cinco minutos sin soporte eléctrico. A eso le siguieron sesiones en la e-bike con soporte eléctrico ligero o con alto soporte. Las condiciones de ciclismo se probaron a dos velocidades impuestas diferentes (10 y 13 millas por hora) y una velocidad libremente elegida.
No es sorprendente que la potencia de salida, la intensidad y el gasto de energía se redujeran significativamente mediante el uso de soporte eléctrico. Sin embargo, el uso de la bicicleta eléctrica en lugares con luz o soporte alto aún ofrecía una dosis de actividad física de intensidad moderada para aumentar la salud de todos los participantes.
Montar una bicicleta eléctrica es un buen ejercicio incluso si tiene que depender de la asistencia eléctrica de vez en cuando.