La receta para la salud emocional

En las últimas décadas, ha habido una tendencia a “eliminar” todas las emociones que pueden hacer que otras personas, incluyéndonos a nosotros mismos, se sientan incómodas. Se nos anima a adoptar una actitud cálida, sin prejuicios y tranquila hacia la vida. Atrás quedaron los días en que era aceptable tener una rabieta temperamental de adulto o expresar opiniones negativas. Al perseguir este ideal, todos pensamos que estábamos ayudando a crear un mundo mejor para todos y un espacio más saludable en el que vivir nuestras vidas individuales. Se nos dijo que las emociones negativas podrían ayudar a erosionar nuestro bienestar físico.

Ahora, una nueva investigación sugiere que, de hecho, puede ser cierto lo contrario. Cerrar las llamadas “emociones malas” podría conducir a la enfermedad e incluso a una muerte prematura. Un equipo de investigadores llegó a sus conclusiones mirando primero los modelos tradicionales de interacciones emocionales. Estos modelos enfatizaron los efectos adversos de las emociones negativas en la salud física. Luego recurrieron a los posibles beneficios que las emociones positivas podrían tener en la salud. Finalmente, los investigadores observaron lo que llaman la “interacción compleja” entre las emociones negativas y positivas que tiene lugar en la mayoría de nosotros. Este es un estado emocional en el que se les da espacio a las emociones positivas, pero también se les permite expresar emociones negativas.

Cuando el equipo de investigación midió el impacto en la salud de vivir con emociones mezcladas, descubrieron que este estado del ser era fuertemente vinculado a una mejor salud física. No solo eso, acercarse a la vida con una complejidad de emociones buenas y malas en el transcurso de 10 años en realidad ayudó a evitar las disminuciones típicas en la salud que una persona experimenta a medida que envejece.

Ahí tienes: prueba de que no tiene que comportarse de una manera emocionalmente perfecta. Deje que las cosas se vuelvan un poco complicadas y exprese algunas de las llamadas “emociones malas” como la ira, la negatividad o la tristeza.

No tiene sentido sentirse culpable por tener estas emociones, según dicen ahora los expertos. Negar estas emociones, en lugar de expresarlas, es mucho más probable que te meta en problemas tanto con tu salud mental como con tu salud física. Es hora de abandonar nuestro sesgo cultural hacia el pensamiento positivo y dejar entrar un poco de realidad. Nadie es optimista todo el tiempo y forzar este comportamiento en uno mismo puede tener efectos negativos no deseados.

La vida es compleja, y aunque todos nos esforzamos por ver lo bueno en todo, la verdad es que muchos eventos de la vida desencadenan respuestas honestas de ira, vergüenza, culpa, celos y arrepentimiento. Estas emociones pueden ayudarte a comprender las cosas que suceden en tu vida y pueden ayudarte a crecer emocionalmente. El hecho de que te sientas enojado, por ejemplo, no significa que seas una fuerza destructiva en el mundo.

Tu ira, cuando se expresa de forma segura y evaluada, debería conducirte a una acción positiva, lo mismo que a la negatividad. Expresar pensamientos negativos te ayuda a identificar las cosas con las que no estás contento en tu vida. Una vez que tenga estos problemas a la luz, puede comenzar a tratarlos de una manera concreta.

Negar sus sentimientos puede provocar malestar emocional y, en última instancia, según los investigadores de este último estudio, deteriorar la salud física.

 

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