Las vacunas "con fugas" pueden mejorar la transmisión del virus, según un estudio

Un nuevo estudio sobre aves de corral encuentra que las vacunas imperfectas pueden resultar en enfermedades mortales más persistentes. [19659011] Los hallazgos giran en torno a un concepto llamado “hipótesis de la vacuna imperfecta”. La hipótesis de la vacuna imperfecta sugiere que las vacunas “con fugas” -las que protegen al huésped pero no previenen el contagio- en realidad pueden prolongar la vida de las infecciones que normalmente matan a su huésped antes de que puedan reproducirse. Esto permite que el tiempo de la enfermedad circule dentro del huésped y se disemine a otros. En esencia, la vacuna con filtraciones crea una situación de fiebre tifoidea en la que la persona inoculada es sana pero sigue siendo capaz de propagar la enfermedad.

Los experimentos midieron el “desprendimiento viral”, la cantidad de virus que se libera de un huésped después de infectado. Durante los experimentos, los pollos se dividieron en grupos vacunados y no vacunados, infectados con la enfermedad de Marek (una enfermedad transmitida por las aves de corral) de diferentes concentraciones, y se controló la cantidad de virus despojado. Los investigadores descubrieron que los pollos que recibieron vacunas imperfectas en realidad prolongaron la vida de las cepas más letales de la enfermedad de Marek y provocaron una mayor diseminación del virus al medio ambiente. En otras palabras, la cepa normalmente demasiado letal para persistir en una población no vacunada se permitió permanecer y propagarse gracias a la vacuna.También se teorizó que las vacunas con fugas (que podrían dar a las enfermedades más tiempo para mutar) eran una de las razones por las cuales, después de la década de 1950, la enfermedad de Marek vio un aumento en el número de cepas altamente letales. Esta relación tiene algunas correlaciones estadísticas, pero los investigadores enfatizaron que la evidencia del rol de la vacuna no es tan clara como, por ejemplo, el desarrollo de gérmenes resistentes a antibióticos.

Los investigadores notaron que ninguno de los comportamientos virales vinculados a las vacunas con fugas alguna vez ha ocurrido en humanos Esperan que sus hallazgos alientan a los desarrolladores de vacunas a considerar más de cerca cómo sus vacunas previenen la diseminación viral, e instan a tener más precaución cuando implementan vacunas animales.

 

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