Lick of Curry podría combatir tendinitis

Un miembro de largo plazo del paisaje de salud alternativo es la cúrcuma. Dentro de esta especia india es la curcumina cura a base de hierbas. Un nuevo estudio ha demostrado que esta especia común puede ofrecer esperanza para las personas que sufren tendinitis.

Los investigadores descubrieron que la curcumina (que transforma la cúrcuma de color amarillo brillante) podría suprimir la inflamación en el cuerpo que causa dolor en los tendones. Esta no es la primera vez que la curcumina se ha relacionado con los tratamientos de la artritis, ya que su naturaleza antiinflamatoria la convierte en un popular suplemento natural para el dolor articular.

Los tendones son tejidos conectivos fibrosos que unen los músculos a los huesos. Pero son propensos a lesiones, especialmente si usa una articulación en exceso. La tendinitis causa dolor y sensibilidad cerca de las articulaciones, y es común en los hombros, los codos, las rodillas, las caderas, los talones o las muñecas. Cuando golpea el codo, se lo conoce popularmente como “codo de tenista”.

El único tratamiento es aliviar el dolor y reducir la inflamación. Los analgésicos tradicionales están relacionados con efectos secundarios como úlceras estomacales, náuseas, vómitos, acidez estomacal dolor de cabeza, diarrea, estreñimiento, somnolencia y fatiga, por lo que cada vez más personas recurren a la medicina alternativa.

Curcumina ha sido utilizado durante siglos en la medicina ayurvédica tradicional como un agente antiinflamatorio y remedio para los síntomas relacionados con el síndrome del intestino irritable y otros trastornos. Más recientemente, los estudios han relacionado la curcumina con posibles usos en el tratamiento de la artritis. En el nuevo estudio, los investigadores estudiaron la curcumina en el laboratorio, para ver qué efectos tenía en las células tendinosas inflamadas. El objetivo era “interleucina”, un tipo de proteína que puede activar una serie de genes inflamatorios desencadenando el complejo proteico “NF-κB”.

Los resultados muestran que la curcumina detuvo la activación de NF-κB y evitó que promoviera más inflamación.

Algunas otras terapias naturales han demostrado algún éxito inicial en un entorno clínico. La acupuntura, esa antigua terapia china, encabeza la lista al mostrar una promesa considerable. Otros que merecen mención incluyen “masaje de fricción transversal profunda”, un tipo de masaje conocido como “terapia manual de energía oscilante”, los suplementos de glucosamina y condroitina (conocidos por su uso en la osteoartritis) y el sauce blanco de hierba analgésica (que sirvió como la inspiración natural para la aspirina).

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