Un poco de información nutricional recorre un largo camino. Aquí hay una nueva mirada a los alimentos repletos de nutrientes: frutas y verduras. Más específicamente, esas verduras de hoja verde que todos podríamos soportar consumir más. Los investigadores han descubierto que los nitratos dentro de estos alimentos pueden hacer que nuestros músculos sean más eficientes. Y eso es muy bueno para el ejercicio.
La cantidad de nitrato involucrado aquí es equivalente a la que se encuentra en un plato de espinacas o un par de remolachas. Hasta hace poco, no se pensaba que el nitrato tuviera ningún valor nutricional. E incluso algunos lo han considerado tóxico. Pero los investigadores han demostrado que el nitrato alimenticio se alimenta en un camino que produce óxido nítrico. El óxido nítrico se conoce desde hace dos décadas como una molécula importante en nuestros cuerpos. Esto, por ejemplo, ayuda a disminuir la presión arterial.
El nuevo estudio trata de un nuevo beneficio que se deriva de la presencia de nitrato. Comer más productos hace que tus células sean más eficientes en la quema de energía. Las “mitocondrias” en nuestras células normalmente no son totalmente eficientes. Pero un plato de verduras de hoja verde podría hacerlo más eficiente.
Lo que aún no está del todo claro es qué podría pasar con el consumo de mayores niveles de nitrato inorgánico durante períodos de tiempo más largos. Es posible que tal información muestre cómo las frutas y verduras ayudan a prevenir o incluso tratar la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardíaca.
Todos sabemos que estos alimentos saludables protegen contra enfermedades graves. Pero la parte de “cómo” de la ecuación no está clara. Podemos especular que la vía del óxido nítrico-nítrico podría ser una parte importante de ella.
Una nota interesante para concluir con: si usamos enjuagues bucales potentes, podría bloquear este efecto. Las bacterias orales son necesarias para el primer paso de esta digestión de nitrato. Un enjuague bucal fuerte podría bloquear los efectos del nitrato inorgánico. Además, tragar saliva parece funcionar mucho mejor que escupir. (Tome eso, jugadores de béisbol.)