Nuevos estudios relacionan este dolor común con la obesidad

Se ha prestado mucha atención al vínculo entre la obesidad y otras condiciones peligrosas. La mayoría de las personas entiende que si usted tiene sobrepeso u obesidad, su riesgo de presión arterial alta, diabetes tipo 2 y enfermedad cardíaca aumenta. Sin embargo, una nueva investigación realizada en la Universidad Johns Hopkins ha encontrado un vínculo directo entre la obesidad y las migrañas.

Los investigadores querían ver si podían establecer un vínculo entre el desarrollo de migrañas episódicas y la obesidad. Las migrañas episódicas se caracterizan por 0-14 episodios por mes de dolor pulsátil localizado en un lado de la cabeza o la cara, que dura varias horas o días, agravado por la actividad física y asociado con fotofobia (miedo a la luz), náuseas y vómitos . La migraña episódica es mucho más común en mujeres de entre 30 y 50 años, pero se estima que ocurre en aproximadamente el 15% de la población.

El estudio entrevistó a 3,862 participantes que fueron entrevistados como parte de la Encuesta Nacional de Comorbilidad. Después de analizar la información, los investigadores encontraron que había un 81% más de posibilidades de experimentar migrañas episódicas en los participantes que eran obesos en comparación con las personas que tenían un peso normal. Además, los investigadores descubrieron que a medida que las personas de peso normal progresaban hasta tener sobrepeso y luego ser obesas, había una tendencia directa y creciente hacia el riesgo de migraña episódica.

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Según la El principal investigador, el Dr. L. Peterlin, el posible mecanismo entre la obesidad y las migrañas podría atribuirse a la asociación entre la obesidad y el nivel de inflamación en el cerebro. Ciertamente, ha habido investigaciones previas que indican que el aumento de los niveles de inflamación dentro de las arterias del cerebro podría ser un factor importante en el desarrollo de la migraña, lo que explica por qué las migrañas son frecuentemente tratadas con medicamentos antiinflamatorios.

En mi opinión, la razón Por qué el aumento de la cantidad de grasa corporal parece conferir un riesgo directo de desarrollar migrañas es debido a los niveles más altos de inflamación asociados con la acumulación excesiva de grasa corporal. A medida que los niveles de grasa corporal continúan aumentando, la resistencia a la insulina se vuelve mucho más profunda. Los altos niveles de insulina crean un ambiente interno de inflamación dentro de las arterias del corazón, el cuello, el cerebro y el riñón. Las arterias inflamadas pueden causar cambios locales en el flujo sanguíneo y el dolor. Realmente no es sorprendente que los resultados de este estudio indiquen que el riesgo de migraña está directamente relacionado con el grado de acumulación de grasa corporal.

Sin embargo, la información más importante que revela esta investigación es que la probabilidad de migraña episódica progresa a la forma crónica aumenta en gran medida a medida que aumenta la cantidad de grasa corporal. La migraña crónica es un trastorno extremadamente debilitante con una progresión natural de aproximadamente el 2,5% por año a partir de la migraña episódica. El mensaje es claro: el control del peso corporal no solo es importante para prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas, sino también para prevenir una afección dolorosa y debilitante que puede afectar la calidad de vida.

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