Se está expandiendo una tendencia preocupante en los Estados Unidos, una que ve un número récord de personas atrapadas en el vacío de no tener seguro de salud. Según un nuevo informe del censo, 46,6 millones de ciudadanos no tenían acceso a seguro de salud el año pasado. Esa cifra representa el 16% de la población, que aumentó del 15,6% en 2004, cuando había 45,3 millones de personas sin seguro.
Parte de esa estadística inflada se puede atribuir a que más compañías optaron por abandonar los planes de seguro de salud en anticipación del sistema federal que se lanzó el primer día de 2006. Pero la caída no fue demasiado considerable, con 59.8% de estadounidenses teniendo planes a través de una aseguradora en 2004 y 59.5% en 2005. La tasa de disminución tiene un segundo factor, que es la compra privada de planes de salud. Ese número también ha bajado.
Las personas que reciben seguro bajo los planes del gobierno, Medicare y Medicaid, aumentaron a 80.2 millones en 2005 de 79.4 millones en 2004. Eso no cambió el porcentaje de personas cubiertas por el seguro de salud federal, que permaneció estancado en el 27.3%. Casi el 20% de los niños que se encontraban por debajo de la línea de pobreza no tenían seguro de salud en 2005, lo que los convierte en el segmento más probable de la sociedad en carecer de seguro.
Este número récord de personas, así como el hecho de que aumentó de un año a otro, no es normal. Más de una docena de años que terminaron en 1998, la tasa de estadounidenses no asegurados no fue estadísticamente diferente a la del año anterior, o aumentó muy marginalmente. Incluso cayó durante dos años después de eso a 14.2% en 2000. Desde entonces ha estado en un aumento lento, alcanzando su pico en 2005.
Los expertos sugieren que el aumento del número es indicativo de un problema de seguro de salud a nivel nacional. Ellos han estado rastreando la cobertura basada en el empleador durante años, viendo que baja a tasas menores y menores. Parece ser la principal causa de la actual falta de planes de atención médica que tienen los estadounidenses, lo que significa que las personas están trabajando igual de duro que antes, pero están perdiendo su cobertura. El aumento también se produjo en medio del crecimiento económico, que de alguna manera pone de relieve la disparidad entre los que tienen y los que no tienen.
En verdad, todos en América del Norte deberían tener acceso a una cobertura de atención médica asequible. La clave, dicen los expertos, es que a lo largo de los años el curso que se debe tomar es una combinación de cobertura privada y pública. Tiene sentido económico que los trabajadores estén sanos (y por lo tanto productivos). Algunos estados están tomando medidas, como algunos estados de Nueva Inglaterra que están tratando de aprobar leyes para avanzar hacia la cobertura universal. Otros estados están expandiendo su cobertura actual.
Algo necesita hacerse para los millones de personas que no están aseguradas y no pueden pagar tratamientos costosos que potencialmente salvan vidas. Los críticos llaman a la situación actual una “crisis”.
