Problema de alergia común relacionado con el Parkinson

La búsqueda de la fuente de la enfermedad de Parkinson y, por lo tanto, un posible método de curación o prevención continúa. El Parkinson es una enfermedad neurológica que ocurre cuando las células del cerebro que producen la dopamina mueren. Como la dopamina es una sustancia química necesaria para controlar los músculos del cuerpo, esto afecta las habilidades motoras de una persona, provocando síntomas como temblores, movimiento lento y difícil y parálisis parcial.

Un estudio reciente ha movido la búsqueda a un territorio interesante, sugiriendo que la “rinitis alérgica” podría ser un factor en el inicio de la enfermedad. La rinitis alérgica consiste en que la membrana mucosa dentro de la nariz se inflama debido a alergias, con mayor frecuencia fiebre del heno. En realidad es un problema bastante común.

¿Cómo pensaron los investigadores hacer esta conexión en primer lugar? Bueno, otros estudios han demostrado que el ibuprofeno y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) podrían ayudar a evitar la enfermedad de Parkinson. Por lo tanto, los investigadores de la Clínica Mayo en Minnesota decidieron verificar si las afecciones inflamatorias podrían o no ser instigadores de la enfermedad.

Miraron a 392 personas, la mitad con Parkinson y la mitad sin él. Cuando se compararon los dos, el grupo con el trastorno neurológico tuvo 2.9 veces más posibilidades de tener rinitis alérgica en algún momento que el otro grupo.

Los investigadores creen que la respuesta alérgica hiperactiva en quienes padecen rinitis podría provocar que se liberen sustancias químicas en el cerebro que luego destruyen algunas células cerebrales esenciales productoras de dopamina, lo que podría provocar el Parkinson.

El estudio de la Clínica Mayo no encontró que ninguna otra afección inflamatoria, como el asma, la artritis reumatoide o el lupus, fueran una posible causa de la enfermedad de Alzheimer. No es seguro si el enlace no existe o si las personas que padecen estas afecciones no fueron representadas efectivamente en el estudio.

Los expertos que no participaron en el estudio sugieren que la rinitis alérgica podría no ser la causa de la enfermedad neurológica, sino simplemente otro síntoma. Entonces, es un caso del que vino primero: ¿el pollo o el huevo? Obviamente, se requieren más estudios para probar este vínculo y precisar su naturaleza.

Si usted es una de esas personas desafortunadas con rinitis alérgica, no hay necesidad de entrar en pánico. Continúe tratando sus síntomas de alergia como lo sugirió su médico o alergólogo. Si no ha buscado tratamiento, este estudio podría darle una razón para ver a su trabajador de atención médica para controlar la inflamación causada por la rinitis alérgica. Además, esté atento a los desarrollos posteriores en la conexión entre esta condición y Parkinson.

 

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