Qigong, Parte 2: Cómo comenzar

El Qigong, el tema de esta serie en Global Zesty, es uno de los pilares de la medicina tradicional china. Es una actuación increíble de movimientos y posturas lentos y simples que terminan siendo tan buenos para ti. Qigong combina el movimiento con la meditación. Hay al menos 1,000 tipos, todos relacionados con una simple rutina de calistenia o un conjunto complejo de ejercicios destinados a aumentar la frecuencia cardíaca y las ondas cerebrales y fortalecer los órganos.

El Qigong se aprende mejor de un practicante. Asegúrese de que el suyo comprenda las filosofías detrás de la medicina china. Las clases más pequeñas son mejores para enseñar y aprender, encuentra la adecuada para ti. También hay DVD instructivos y libros disponibles.

Pero permítanme proporcionar algunos consejos aquí. Así es como comienzan la mayoría de las sesiones de Qigong:

– Prepárate. No puedes apresurarte Qigong, así que deja de lado una cierta cantidad de tiempo, deshazte de las distracciones y saca algo de ropa cómoda. Dedica unos minutos a recogerte y relajarte. Asegúrese de que se sienta cómodo con la temperatura. Una vez relajado, estás listo para ir.

– Stretch. Tómese dos minutos y estire suavemente el cuerpo. Mueva sus articulaciones, extienda los músculos … nada demasiado extenuante. Solo haz que la sangre se mueva.

– Aprende el Wu Chi. Esta es la posición de apertura utilizada todo el tiempo. Párese con los pies separados al ancho de los hombros, doble las rodillas levemente y deje que sus brazos y manos caigan sueltos a cada lado. Deje que sus hombros y su columna se alineen naturalmente y permita que su estómago se expanda de forma natural con cada respiración. Su cabeza apunta hacia adelante.

Qigong nos ayuda a maximizar el flujo de la fuerza de la vida llamada “Qi” para que su salud y su bienestar general sean vibrantes. Tiene fama de hacer muchas cosas en el cuerpo. Quizás el efecto más conocido es que podría ayudar a disminuir la presión arterial. Qigong también puede reducir su ritmo cardíaco y mejorar la circulación. Algunos otros beneficios bien creídos incluyen aumentar la cantidad de oxígeno en los tejidos de todo el cuerpo, ayudar a eliminar los productos de desecho, aumentar el sistema inmunitario y el suministro de glóbulos blancos, y mejorar el estado de ánimo mediante el cambio de la química del cerebro y el sistema nervioso . Por lo menos, te relaja y mejora tus niveles de condición física.

Cada vez más estudios aumentan la evidencia de que el Qigong puede afectar directamente el curso de una enfermedad o protegerte de una. Aquí hay un vistazo rápido antes de llegar a algunos de los estudios: presión arterial alta; síndrome de dolor regional complejo; problemas digestivos; dolor crónico; artritis; depresión; ansiedad; densidad ósea débil (riesgo de fracturas); dolor de cabeza; insomnio; y circulación deficiente .

MÁS: Efectos interesantes del té sobre la presión arterial.

En la próxima parte de esta serie de artículos, presentaremos cinco “movimientos” de la firma de Qigong.

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