¿Puede dejar nuestros autos en casa detener los ataques al corazón? –

La contaminación del aire continuará siendo un gran problema en términos de nuestra salud. Los expertos médicos rutinariamente trazan los efectos nocivos de las diversas sustancias químicas con las que vivimos todos los días. Estas enfermedades incluyen una amplia gama de problemas de salud. El asma es el más obvio, pero el cáncer de pulmón, la EPOC y la diabetes también están en la lista.

Puede que no sea una coincidencia que la hipertensión, las enfermedades cardíacas, el cáncer y la diabetes se presenten con alarmante frecuencia en las personas mayores. La contaminación del aire puede jugar un papel importante en la cantidad desproporcionada de enfermedades que aquejan a los mayores de 65 años.

Los productos químicos en los gases de escape de los vehículos son particularmente sospechosos cuando se trata de efectos perjudiciales para la salud. Se ha demostrado que el escape del automóvil afecta adversamente la función pulmonar. Puede desencadenar reacciones alérgicas y hacer que las vías respiratorias se estrechen.

Lo que mucha gente no se da cuenta es que el escape del automóvil puede ser igualmente malo para el corazón. Los estudios han demostrado que los ingresos hospitalarios por insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio y arritmia aumentan cuando hay un aumento en los niveles de contaminación del aire. Las personas que viven cerca del tráfico pesado tienen un mayor riesgo de tener un ataque cardíaco también.

Ahora, un equipo de investigación europeo ha descubierto que los productos químicos en el escape del automóvil podrían causar un engrosamiento específico de las paredes arteriales. ¿Cómo lo resolvieron los investigadores? Realizaron ultrasonidos a 1.483 personas. Todas estas personas tenían una cosa en común: vivían cerca de una autopista en el área de Los Ángeles. Los investigadores usaron los ultrasonidos para medir el grosor de la pared de la arteria carótida cada seis meses durante tres años. Luego compararon estas mediciones con los niveles de partículas en el aire en los hogares de los participantes.

Los investigadores encontraron que, para quienes vivían más cerca de una carretera, el grosor de la pared arterial aumentaba al doble de la velocidad promedio. En otras palabras, vivir a menos de 100 metros de una carretera podría aumentar el espesor de la pared arterial en cinco y medio micrómetros cada año. Este aumento de la tasa de grosor podría acelerar significativamente la cantidad de tiempo que lleva desarrollar aterosclerosis. La aterosclerosis, por supuesto, conduce directamente a ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

Aquí hay otro estudio que encontró más efectos nocivos para la contaminación del aire. Investigadores de la Universidad de California en Berkeley evaluaron la asociación entre tres tipos de contaminantes del aire (partículas finas, ozono y dióxido de nitrógeno) y el riesgo de mortalidad. Descubrieron que la exposición a los tres se asoció positivamente con la mortalidad por enfermedad cardíaca. También hubo pruebas contundentes de que un producto químico directamente asociado con el escape del automóvil, el dióxido de nitrógeno, se asoció con la mortalidad por todas las causas.

Esto hace que sea aún más importante reducir la cantidad de contaminación del aire causada por las emisiones de los vehículos. Todos nosotros tenemos que seguir presionando para un mejor tránsito público. Otras formas de transporte como andar en bicicleta y caminar pueden contribuir a un aire más limpio para todos en áreas urbanas densas. Cuanto más podamos dejar nuestros autos en casa, más sanos estarán nuestros pulmones y corazón.