CDC advierte sobre brotes de enfermedades que acechan en piscinas y jacuzzis

Un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestra que nadar en piscinas públicas, sumergirse en jacuzzis e ir al agua en las playas conlleva un aumento de los riesgos de salud.

El informe, publicado el jueves, indica que entre 2011 y 2012 hubo 90 brotes de enfermedades relacionadas con el uso recreativo del agua en los EE. UU. Y Puerto Rico. Estos brotes afectaron a 1,788 personas, causaron aproximadamente 95 hospitalizaciones e incluso una muerte. En casos donde las enfermedades se produjeron como resultado de agua recreativa no tratada (es decir, nadar en lagos y océanos), el 23% fue causada por la bacteria E. coli.

De los 90 brotes, 77% fueron causados por agua recreativa que ha sido tratada (es decir, en piscinas y jacuzzis). Más de la mitad (52%) de los casos relacionados con el agua recreativa tratada fueron el resultado de cryptosporidium un parásito encontrado en materia fecal que puede sobrevivir durante más de una semana en agua clorada.

Según los CDC, los brotes relacionados con cryptosporidium han aumentado significativamente desde que se detectó el primer brote en 1988. Los expertos recomiendan que los nadadores tomen medidas adicionales para prevenir enfermedades provocadas por el agua, como abstenerse de orinar o defecar en el agua de la piscina, señales sobre la calidad del agua y evitar cuerpos de agua que no han sido limpiados para una natación segura.

El CDC también está aconsejando que los lugares acuáticos instalen métodos de desinfección adicionales, como la luz ultravioleta que puede matar al parásito cryptosporidium.