Para algunas personas, el picor es una molestia infrecuente. Para otros, con una condición de la piel como eczema o psoriasis, la picazón es parte de la vida. Para todos, tratamientos nuevos y efectivos pueden estar pronto en el horizonte. Eso es porque los investigadores de EE. UU. Acaban de descubrir un gen implicado en la sensación de picazón del sistema nervioso.
Encontraron un receptor en solo un puñado de células nerviosas en la columna vertebral. Este es el “gen del picor”, que está directamente relacionado con las señales de dolor y picazón que van de la piel al cerebro, y viceversa. Luego, en un entorno de laboratorio, confirmaron este hallazgo con ratones. Los ratones que no tenían este gen se rascaron a sí mismos con menos frecuencia que los ratones con el gen.
Ahora podemos conocer la base genética del impulso ultrapotente para picar. Y eso podría preparar el escenario para poderosos tratamientos para combatir la picazón crónica. Millones sufren esto, ya sea por una afección, piel perpetuamente seca, problemas renales o hepáticos, o efectos secundarios de los medicamentos. Huelga decir que el picor crónico afecta la calidad de vida, interrumpe el sueño y el rascado constante puede cicatrizar la piel.
No hay una buena cura de picazón en el momento más allá de las cremas. La razón es que no recibió la atención que recibió su primo, el dolor. El dolor y la picazón viajan a lo largo de la misma vía nerviosa, y esta última se ha mantenido a la sombra de la anterior.
Pero aquí, de repente, se ha descubierto el gen que distingue la respuesta al picor. Ratones con el gen rayado vigorosamente cuando se exponen a sustancias con comezón. Ratones sin el gen aún rayados, pero mucho menos. El hecho de que rascaron significa que hay más receptores de picazón. Pero ahora que conocen la composición del gen del picor, es probable que puedan encontrar a los otros.
Esto podría llevar a que aparezcan drogas o cremas que supriman su necesidad de picar, pero que dejen en paz sus sensaciones de dolor. Eso es importante, porque el dolor es la señal de advertencia del cuerpo de que algo anda mal. Sin él, un problema serio podría ocultarse durante períodos de tiempo peligrosamente largos.
Lo más importante es que brinda esperanza a las personas con eczema, psoriasis, dermatitis y otras dolencias de la piel que son persistentes y alteran la vida.