El Alzheimer definitivamente se ha convertido en una de las enfermedades más estudiadas de la última década. La condición de pérdida de cerebro parece afectar a un número cada vez mayor de personas. Hoy en día, hay aproximadamente cinco millones de personas que viven con Alzheimer. Ese número podría aumentar a más de 13 millones en 2050 si la tendencia actual continúa.
Los pacientes de Alzheimer no solo viven una vida mentalmente comprometida, la mayoría también requerirá cuidado físico a tiempo completo. La cantidad de recursos, dinero y tiempo que se requiere para cuidar a todos los que se pueden infligir Alzheimer en los próximos años es asombrosa.
Los médicos y otros científicos han desarrollado pruebas de memoria, exámenes físicos y pantallas de salud. para identificar las señales de que alguien puede estar sufriendo de Alzheimer. Sin embargo, estas pruebas no siempre son precisas y no siempre funcionan de forma individual para cada paciente. Todavía no hay forma de que los médicos diagnostiquen la enfermedad de manera definitiva, y ciertamente no en sus primeras etapas.
Eso podría estar cambiando. Investigadores del INRS, una universidad dedicada a la investigación médica que abarca cuatro centros en Quebec, Canadá, han identificado una nueva forma de diagnosticar potencialmente el Alzheimer y determinar su gravedad.
El equipo de investigación canadiense francés se basó en investigaciones previas realizadas sobre la progresión del Alzheimer. Los científicos saben que áreas específicas en la corteza cerebral -el área más grande del cerebro coloquialmente conocida como “materia gris” y que gobierna las funciones superiores-cambian para peor cuando alguien muestra signos de Alzheimer. El equipo de investigación utilizó estos cambios en el funcionamiento biológico del cerebro y los comparó con los EEG de 22 personas con Alzheimer moderado, 27 personas con Alzheimer leve y 27 personas sanas.
El equipo de investigación encontró algunas diferencias estadísticamente significativas entre los tres grupos. Desarrollaron un algoritmo que ayudó a diseccionar las ondas cerebrales a diferentes frecuencias. Aquellos con Alzheimer moderado mostraron diferentes patrones de ondas cerebrales que aquellos con un caso leve de la enfermedad. Los participantes sanos mostraron otro conjunto único y distintivo de patrones de ondas cerebrales. Los investigadores pudieron determinar los cambios en la dinámica temporal del cerebro de los pacientes con Alzheimer.
Los investigadores del INRS han hecho público el algoritmo con la esperanza de atraer más respuestas en la búsqueda para encontrar una herramienta verdaderamente confiable para diagnosticar el Alzheimer. Podría ser que otros equipos de investigación estén usando el algoritmo en este momento de maneras innovadoras y que la comunidad médica pronto sepa que ahora tiene una forma de identificar el Alzheimer en sus primeras etapas.
Una herramienta de diagnóstico que usa imágenes de ondas cerebrales sería aclamado por la comunidad médica y el público por igual como una herramienta de diagnóstico no invasiva, objetiva y con un costo menor.