Una nueva investigación muestra que los riñones enfermos pueden dañar su corazón. Y un corazón enfermo puede causar daño a los riñones.
Aparentemente, estos dos órganos vitales comparten un fuerte vínculo que ha sido ignorado en gran medida en la comunidad médica.
Sus riñones, por supuesto, ayudan a filtrar la sangre. La sangre fluye de las arterias renales a los riñones. Una vez allí, se filtra por alrededor de un millón de pequeñas unidades llamadas nefrones. El exceso de sal, agua y glucosa se transmiten al sistema urinario.
Tu corazón está dividido en cuatro cámaras. La sangre pasa a través de su corazón dos veces durante una circulación completa de su cuerpo. El lado derecho de su corazón primero bombea sangre a sus pulmones, donde capta oxígeno. Luego su sangre regresa al lado izquierdo de su corazón, donde es bombeada al resto de su cuerpo para liberar el oxígeno.
El nuevo estudio, publicado en “Archives of Internal Medicine”, siguió a más de 37,000 personas. Cada persona informó un historial familiar de diabetes, hipertensión o enfermedad cardíaca.
Los investigadores usaron análisis de sangre y orina para descubrir qué participantes mostraron tres marcadores de enfermedad renal. Los tres marcadores fueron la anemia, la velocidad a la que los riñones filtraban la sangre y los niveles elevados de proteína en la orina.
Después de seguir a los participantes durante dos años, los investigadores encontraron que el 25% de los que dieron positivo para los marcadores de enfermedad renal también tenían enfermedad cardíaca. Estos participantes también tuvieron una tasa de supervivencia un 93% más baja a lo largo del estudio.
Un segundo estudio demostró que lo contrario es cierto.
Los investigadores del Centro Médico Tufts-New England analizaron los datos de más de 13.800 personas. Encontraron que el 7,2% de los que tenían enfermedad cardíaca al inicio del estudio, mostraron una disminución en la función renal. Solo el 3,3% de los que no tenían enfermedad cardíaca desarrollaron problemas renales.
Los investigadores concluyeron ambos estudios con un llamado a los médicos para vigilar la salud cardíaca de los pacientes con enfermedad renal. E instó a los médicos a controlar también la salud de los riñones en aquellos pacientes con enfermedades cardíacas.
Saber que estos dos órganos están relacionados de buena salud y malos puede ayudar a los proveedores de atención médica a buscar problemas. Afortunadamente, entender este vínculo puede evitar, o al menos compensar, daños graves.
¡Su corazón y riñones valen la atención extra!