La esclerodermia, que se traduce en “piel dura”, es un trastorno del tejido conectivo en el que el sistema inmunitario de una persona no funciona bien. Por lo general, comienza con un par de parches de piel seca en las manos o la cara. Entonces estos parches se endurecen y espesan lentamente, y se diseminan a otra parte. La enfermedad progresiva puede volver tus manos moradas y hacerlas tan duras, es como si estuvieran petrificadas (como la madera). Los casos graves pueden ser potencialmente mortales, ya que la afección puede diseminarse a los pulmones, los riñones o incluso el corazón.
Alrededor de 300,000 estadounidenses tienen esclerodermia, un tercio de los cuales tiene el tipo peligroso que puede llegar a los órganos internos. No hay cura y sigue siendo poco común. Pero los días esperanzados están por llegar para las personas que sufren de esta condición artrítica muy problemática. Hasta mediados de la década de 1990, un diagnóstico del peor tipo de esclerodermia a menudo significaba la muerte, especialmente si una persona también tenía hipertensión pulmonar. Desde entonces, la ciencia médica ha aprendido más acerca de la condición, y ahora, en el último año más o menos, se han producido muchos avances nuevos en lo que respecta a la investigación.
Y entonces nos estamos acercando a lidiar adecuadamente con una enfermedad que ha esposado a pacientes y doctores por décadas. Ahora, los médicos pueden tener muchos métodos de tratamiento diferentes para los pacientes con esclerodermia. En un nuevo estudio, por ejemplo, el medicamento “ciclofosfamida” ayudó a frenar el engrosamiento de la piel y el daño a los pulmones en un tipo grave de la enfermedad. Además, hay más tratamientos a la vuelta de la esquina.
Los trasplantes de células madre pueden regenerar partes de la piel y ayudar con el sistema inmune. Los nuevos medicamentos pueden controlar el dolor y la depresión en las articulaciones, que son síntomas difíciles. Las ideas extraordinarias están liderando el camino. Algunas investigaciones sugieren que un tratamiento efectivo es la quimioterapia o la irradiación corporal, seguida de la eliminación de las células madre del torrente sanguíneo del paciente y su posterior inyección en el cuerpo. Creen que esta medida puede “reiniciar” el sistema inmune, por lo tanto, en efecto, tratar la enfermedad en su núcleo.
Hay muchos estudios de gran envergadura que se están llevando a cabo ahora, lo que es una señal segura de que los científicos están entusiasmados con el misterioso rastro de la esclerodermia. El solo hecho de estudiarlo les ayuda a comprender las enfermedades autoinmunes de manera más completa y a cómo los glóbulos blancos pueden terminar atacando los propios tejidos del cuerpo. Hay muchas otras enfermedades que pueden beneficiarse de esta investigación, incluidas la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Graves y el lupus.
Los investigadores ahora tienen una mejor idea de la genética detrás de la esclerodermia y de los medicamentos que tratan la hipertensión pulmonar previamente mortal asociada a ella, que ahora están ampliamente disponibles. En el próximo año, puede haber cinco medicamentos nuevos que actúen de diferentes maneras para lograr el tratamiento. Las noticias alentadoras no terminan allí, ya que los medicamentos más nuevos están combatiendo la esclerodermia de los intestinos, la progresión de la enfermedad pulmonar y el daño renal que puede ocurrir como resultado de la afección.
Con tantas noticias negativas en el mundo de la salud, siempre es alentador ver dónde se encuentran las esperanzas y dónde se están haciendo avances en la medicina.
