Científicos australianos han descubierto que el pequeño ualabí podría ser la clave de un potente asesino de bacterias. Si no has visto a una de estas criaturas, son bastante únicas: son como mini versiones de canguros. Se pueden encontrar en el sur y sudoeste de Australia, y en las islas alejadas de la costa del país; incluso fueron trasplantados a Nueva Zelanda.
Alguna vez se pensó que estaban casi extintos, los pequeños están comenzando a regresar con toda su fuerza. Les gusta vivir en el matorral o semidesértico y solo comen vegetación. El tipo particular de wallaby del que estamos hablando aquí es el “wallaby Tammar” (Macropus eugenii), el más pequeño del grupo. En promedio, mide solo 18 “de largo (sin incluir su cola).
El wallaby es un marsupial, como su primo más conocido, el canguro. Lo que hace que esta clase de mamíferos sea única es la forma en que gestan a sus crías. Cuando nace, un bebé wallaby no ha terminado su desarrollo, solo pesa aproximadamente 0.01 onzas. En este punto, el recién nacido tiene un corazón, pero no tiene pulmones, y no tiene absolutamente ningún sistema inmune, lo que lo hace extremadamente vulnerable. Inmediatamente después del nacimiento, el bebé se arrastra hasta la bolsa de la madre, donde crece y se desarrolla mientras se alimenta de la leche materna del wallaby.
Es esta etapa de desarrollo de un bebé wallaby que ha capturado el interés de los científicos y ha alimentado los últimos hallazgos. Querían saber cómo el ualabí recién nacido, sin un sistema inmune propio, logró crear una inmunidad a las bacterias durante su tiempo en la bolsa.
Científicos del Departamento de Industrias Primarias de Victoria descubrieron que la leche de wallaby femenina contiene la clave de esta intrigante protección. ¿Qué encontraron exactamente en la leche que otros mamíferos, incluidos los humanos, no parecen tener? Lo llaman “AGG01”. Es un compuesto que puede combatir una gran variedad de bacterias y hongos, incluidas ciertas superbacterias letales que se han vuelto resistentes a los antibióticos.
Se probó la leche materna de Wallaby de Tammar y se encontró que era efectiva contra varias bacterias diferentes, incluyendo estafilococo dorado (staphylococcus aureus), e-coli, estreptococo, salmonela, bacilo subtilis, pseudomonas spp. Y proteus vulgaris. De hecho, los investigadores encontraron que AGG01 era 100 veces (sí, eso es 100) más eficaz que la buena penicilina para matar superbacterias como el e-coli. ¡Increíble!
La razón por la cual este descubrimiento es tan importante es que debido a nuestro uso excesivo de antibióticos, muchas bacterias se están convirtiendo en superbacterias, lo que significa que ya no pueden combatirse tan eficazmente con los estándares de antibióticos. Entonces, necesitamos nuevas alternativas, y la naturaleza por lo general nos brinda las mejores opciones.
Sin embargo, esto no significa que encontrarás leche de wallaby en el refrigerador de tu farmacia local. El siguiente paso en el proceso de crear un nuevo antibiótico sería sintetizar el compuesto en una droga. Una vez hecho esto, las pruebas en humanos pueden comenzar. ¡Entonces, esperemos que pronto veamos esta poderosa y nueva sustancia que combate las bacterias en hospitales y farmacias en el futuro cercano!