Desayunos ricos en proteínas mejoran el peso corporal en adolescentes

Un nuevo estudio examina los efectos de un desayuno rico en proteínas vs. un desayuno de proteína normal sobre el control de la glucosa y el apetito entre los adolescentes habituales que omiten el desayuno.

Las investigaciones muestran que el aumento de la ingesta de proteínas mejora el control del peso corporal al reducir el peso corporal y prevenir la recuperación de peso. Algunos estudios incluso sugieren que la adherencia a largo plazo a las dietas altas en proteínas puede reducir la grasa en la sangre, la presión sanguínea, la circunferencia de la cintura y los niveles de glucosa en sangre en ayunas.Veintiocho adolescentes con sobrepeso u obesidad entre las edades de 13 y 20 participaron este estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Missouri. Además del peso, los participantes eran personas sanas que eran patrones habituales del desayuno. A un grupo se le proporcionó un desayuno rico en proteínas (35 gramos de proteína), a otro grupo se le dio un desayuno con proteínas normales (13 gramos de proteína), mientras que un tercer grupo continuó omitiendo el desayuno durante un período de 12 semanas. Las mediciones se tomaron al inicio del estudio y al final de las 12 semanas. Los participantes informaron sus ingestas diarias, así como cualquier sensación de hambre.

“El grupo de adolescentes que comieron desayunos ricos en proteínas redujo su ingesta diaria de alimentos en 400 calorías y perdió masa grasa corporal, mientras que los grupos que comieron desayunos con proteínas normales o continuó omitiendo el desayuno, ganó grasa corporal adicional “, afirma la autora principal del estudio, Heather Leidy. “Estos resultados muestran que cuando las personas comen un desayuno rico en proteínas, voluntariamente consumen menos alimentos el resto del día. Además, los adolescentes que comieron desayunos ricos en proteínas tuvieron niveles de glucosa más estables que los otros grupos “.

Aproximadamente el 60% de los adolescentes omiten regularmente el desayuno, un hábito que se ha relacionado con la obesidad y el sobrepeso. Estudios previos sugieren que la omisión de desayuno también puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes.

 

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