La deshidratación causada por la diarrea, independientemente de la causa, causa la muerte de aproximadamente 700,000 niños al año, principalmente en países en desarrollo. Actualmente no hay medios confiables para determinar la severidad exacta de los casos individuales de deshidratación. Esto es importante ya que el tratamiento excesivo de un caso leve de deshidratación puede causar tantos problemas como la falta de tratamiento de uno grave.
Investigadores de la Universidad de Brown esperan cambiar esto con los hallazgos del estudio que analizan la efectividad de las herramientas de diagnóstico. Las herramientas de diagnóstico se derivaron de los casos de 771 niños, entre las edades de cero a cinco años, de Dhaka, Bangladesh.
El sistema, llamado “Deshidratación: evaluar a los niños con precisión” (DHAKA), se compone de una puntuación herramienta y árbol de decisiones que pueden aplicarse rápidamente cuando un paciente joven llega a una clínica u hospital. Ambos componentes se basan en signos relativamente simples que no requieren equipo especial para observar. Diseñar un sistema así es más complicado de lo que parece, ya que una herramienta de diagnóstico efectiva debe poder identificar la confiabilidad (sensibilidad) de la condición pero también descartar otras posibilidades (especificidad).
El árbol de evaluación es un diagrama de flujo de dos pasos comienza mirando la apariencia del niño. Si parecen normales, se revisan los ojos. Los ojos normales o ligeramente hundidos significan que no hay deshidratación, mientras que los ojos muy hundidos indican deshidratación severa. Para los niños que se ven irritables o letárgicos, el árbol pasa a una prueba de pellizcamiento de la piel. Como su nombre indica, se pellizca la piel y se mide el tiempo que tarda la “carpa” formada en desvanecerse. Un tiempo normal indica deshidratación moderada y un tiempo lento significa deshidratación severa.
El sistema de puntuación es un recuento de cuatro signos visibles: apariencia general, respiración, prueba de pellizcamiento de la piel y producción de lágrimas. Los grados de cada signo se suman en un puntaje de deshidratación DHAKA que, junto con el árbol de evaluación, forman la base de la evaluación.
Cuando se analizaron para ver qué tan predictivas eran las herramientas en la severidad de la deshidratación, el puntaje DHAKA obtuvo 83 % de sensibilidad para la deshidratación grave y tenía una especificidad del 57%. El árbol de evaluación tiene una sensibilidad del 81% y una especificidad del 67%. Se realizó una ronda adicional de ensayos clínicos durante la primavera, con los resultados actualmente pendientes. Si los resultados resultan positivos, se espera que el sistema DHAKA se convierta en parte de la atención estándar.
El sistema DHAKA no es el primer intento de diseñar evaluaciones clínicas rápidas para la severidad de la deshidratación. En el pasado, sin embargo, tales métodos no han demostrado ser mejores que la casualidad.