Estudio trae una nueva esperanza para las personas con heridas crónicas

Un nuevo estudio revela cómo una pequeña molécula que regula la expresión génica , miR-132, puede desempeñar un papel clave para ayudar a las heridas crónicas en las etapas de curación.

Las heridas crónicas afectan hasta al uno por ciento de las personas que viven en países desarrollados. Actualmente, solo hay unos pocos tratamientos selectos disponibles para cuando la cicatrización de la herida sale mal. Estos tratamientos se enfocan en eliminar infecciones de heridas; aunque los investigadores del estudio señalan la necesidad de tratamientos que se centren en el proceso de curación.El estudio, publicado en Journal of Clinical Investigation y dirigido por un equipo de investigadores dirigido por Karolinska Institutet, se centra en dos etapas de curación de heridas: la etapa inflamatoria y la proliferativa. A lo largo de la etapa inflamatoria, las células eliminan las células muertas y dañadas junto con las bacterias. En la etapa proliferativa, las células de la piel se multiplican para producir tejido nuevo y reemplazar el tejido muerto.

Los resultados del estadio inflamatorio mostraron que miR-132 permite que se muevan menos células inmunes a la herida; mientras que una deficiencia de miR-132 provocó que más células inmunes se movieran hacia la herida y aumentaran la inflamación.

Los resultados de la etapa proliferativa vieron a miR-132 promover el crecimiento de queratinocitos, un factor de crecimiento presente en el proceso de curación de heridas. La falta de miR-132 disminuyó el crecimiento celular y ralentizó el proceso de curación de heridas.

Los investigadores del estudio concluyeron que miR-132 es beneficioso durante la transición de la etapa inflamatoria a la etapa proliferativa, y actúa como un importante regulador para la cicatrización de heridas cutáneas.