European Journal of Immunology los investigadores determinaron que cuando las células asesinas naturales (células NK) están cerca del linfoma tumores, de repente pierden su instinto “asesino”, por lo tanto, encontrar una manera de restaurar el poder de estas células NK podría conducir a un nuevo tratamiento para el linfoma.
Luego, el equipo realizó un segundo experimento en el que colocaron las células NK en un entorno diferente: descubrieron que su capacidad para destruir las células cancerígenas regresa en unas pocas horas.
A partir de sus hallazgos, el equipo concluyó que los tumores de linfoma utilizan dos mecanismos para desactivar las células NK. El primer mecanismo es una molécula inflamatoria llamada IL-10 que desactiva las células NK. El segundo mecanismo se usa para evitar células NK y desactivar sus ligandos NKG2D. Estos ligandos son moléculas de superficie que las células NK adhieren a la infección, o células cancerosas, y liberan la toxina.
Desde su conclusión, el equipo notó que las células NK todavía pueden enviar señales para activar las respuestas inmunes antitumorales produciendo citoquinas interferón-gamma (IFN-y). El equipo también cree que si colocan las células NK directamente en el tumor, pueden eludir los pasos que toma el tumor para evadir las células NK.