Un nuevo estudio publicado en Journal of the American Heart Association sugiere que la velocidad de entrega de un medicamento anticoagulante para los pacientes con accidente cerebrovascular a menudo es sobreestimada por los hospitales.
El activador del plasminógeno tisular (tPA) puede reducir los efectos de un accidente cerebrovascular; sin embargo, debe administrarse a pacientes con accidente cerebrovascular isquémico dentro de una hora de su hora de llegada al hospital (hora puerta a aguja).
Para observar qué tan rápido los hospitales administran tPA a pacientes con accidente cerebrovascular al llegar al hospital, los investigadores del estudio encuestaron al personal de 141 hospitales en los EE. UU., que trataron a 48.201 pacientes con accidente cerebrovascular entre 2009 y 2010.
También se obtuvieron datos de pacientes que detallaron sus síntomas de accidente cerebrovascular al momento de la llegada, en qué momento recibieron tPA y si experimentaron o no otras complicaciones debido a la droga.
Los hospitales se clasificaron en tres categorías separadas: alta, media o baja. La clasificación se basó en el número de casos en que los pacientes con apoplejía recibieron el medicamento dentro del tiempo recomendado.
Los investigadores descubrieron que solo el 29% del personal del hospital identificó correctamente el tiempo de puerta a aguja y aproximadamente el 20% de bajo rendimiento los hospitales creían que el tiempo de puerta a aguja era superior al promedio nacional. Aproximadamente 85% de los hospitales de bajo rendimiento y 42% de los hospitales de rendimiento medio sobreestimaron su capacidad de administrar tPA a los pacientes con accidente cerebrovascular de forma inmediata.
Además, el volumen de pacientes con accidente cerebrovascular que llega a cada hospital influyó en la disparidad y el rendimiento real.
Los investigadores concluyen que las instituciones podrían beneficiarse de los cambios de protocolo que podrían alinear mejor el rendimiento con la recepción.