Se estima que 5.4 millones de estadounidenses padecen Alzheimer u otro tipo de demencia y que el 70% de ellos viven en su hogar. Las cifras son solo estimaciones porque se cree que muchas personas que padecen estas afecciones nunca han sido diagnosticadas oficialmente.
Vivir en casa solo es muy peligroso para las personas con demencia. La condición hace que pierdan el enfoque y el control y los hace muy susceptibles a las lesiones. Lo que es aún más difícil es que muchos pacientes con demencia se niegan a irse de donde están. El hogar es donde se sienten más cómodos, pueden aferrarse a los recuerdos y mantenerse aislados de algo que podrían temer: cambiar.
Un estudio reciente de investigadores de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins en Baltimore analizó un pequeño tamaño de muestra de la enfermedad de Alzheimer pacientes alrededor de la ciudad. Notaron que muchos de estos pacientes que viven en el hogar tienen necesidades no satisfechas que ponen su salud y seguridad en peligro. También encontraron que las personas con casos leves de demencia vivían en condiciones más peligrosas que los pacientes con casos más severos.
El estudio menciona que algunas precauciones de seguridad deberían implementarse para limitar el riesgo, como limitar el acceso a herramientas y otras cosas eso puede causar lesiones fácilmente. Estos pueden incluir cosas en la cocina como cuchillos. Tomar rieles en el baño cerca de la bañera y el inodoro también es importante.
La atención en el hogar también es una parte importante del mantenimiento de la salud y la seguridad de las personas con demencia: alguien que esté allí para ayudar con las comidas y asegúrese de que la estufa se apaga, las condiciones se mantienen limpias y se resuelven otros problemas aparentemente pequeños. Lo que puede parecerle rutinario puede convertirse en una lucha para las personas con demencia. Los cuidadores también deben mantener a los pacientes involucrados durante el día para que no se queden sentados ociosamente frente al televisor. Darles conversación, dejarles doblar toallas y sábanas, o preparar una ensalada para la cena -en realidad una tarea sencilla- puede ayudarles a sentirse incluidos y proporcionar alguna actividad que tanto se necesita.
La mayoría de las veces el cuidado recae en un ser querido que tiene poca experiencia Estas pequeñas tareas son una forma de hacer que el paciente con demencia sea más seguro, junto con los métodos estructurales y más tradicionales mencionados anteriormente. Cabe señalar que la búsqueda de un cuidador profesional en vivo puede resultar costoso y desafiante. La negación por parte del paciente con demencia leve también puede jugar un papel importante. La mayoría de las personas puede dar fe de que no quieren renunciar a su independencia.
En cualquier caso, si sospecha que alguien cercano a usted está comenzando a mostrar signos de demencia, es una buena idea que lo diagnostiquen. Preste atención a sus condiciones de vida, memoria y otros signos para planificar su curso de acción.