Pensar positivamente podría disminuir la intensidad del dolor

Tiene un dolor en la rodilla que no desaparece. Has estado en el doctor. Has probado todos los tratamientos que puedas imaginar.

Has comprado los costosos zapatos que se suponía que daban el mejor soporte para la espalda y las rodillas. Has probado la última dieta para reducir un poco tu peso y aligerar la carga que deben soportar tus rodillas con cada paso. Has estado en el gimnasio y has levantado pesas para fortalecer todos los músculos alrededor del área de la rodilla dolorida. Y, cuando realmente lo necesitabas, tomaste un analgésico para atravesar esos días en los que el dolor no retrocedía.

¿Qué más puedes hacer si tu rodilla todavía te duele? Bueno, esto puede parecer un tramo, pero trata de ser optimista. Investigadores de la Universidad de Alabama han descubierto que pensar positivamente podría alterar la forma en que reaccionas a los síntomas del dolor.

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Cuando te enfrentas a un problema de salud crónico, es posible que no puedas evitar sentirte pesimista y molesto por tu situación. Algunos investigadores llaman a esto “catastrófica”, cuando sientes que tus problemas de salud continuarán para siempre, que seguirán empeorando y que el dolor será insoportable. Poner el freno a este tipo de pensamiento podría alterar significativamente su percepción del dolor.

Tratar de ser optimista sobre su salud puede ayudar a contener su experiencia del dolor en una “caja” manejable. Le libera para apreciar otras cosas que van bien Tal vez su corazón es sano y fuerte, o su sistema digestivo nunca actúa, o su mente es tan aguda como lo era cuando tenía 25. Todo lo que le ayuda a ser optimista, simplemente mantenga esos sentimientos.

Eso no significa que debes tener completa aceptación de tu condición, ¡no del todo! Tener una rodilla que duele todo el tiempo no es realmente justo y probablemente te haga enojar. Usa esa ira y frustración y canaliza hacia algo positivo. Aumente su capacidad para sentirse optimista sobre el resto de su vida y puede descubrir, milagrosamente, que sus síntomas de dolor se vuelven menos intensos y menos frecuentes.