¿Podría comer bayas reducir el riesgo de Parkinson?

La ciencia médica ha entendido desde hace mucho tiempo que las bayas son alimentos curativos, con concentraciones de valor nutricional casi sin paralelo en sus pequeños cuerpos redondos. Bueno, aquí hay una nueva evidencia sobre estos alimentos curativos que vienen en muchos sabores y colores. Los investigadores han descubierto que los adultos que comen bayas con regularidad pueden tener un riesgo menor de desarrollar la enfermedad de Parkinson. La clave es “flavonoides”.

Una buena ingesta de fruta cada semana es un elemento importante de cualquier camino hacia la nutrición. Los flavonoides se encuentran en las plantas y las frutas y también se conocen colectivamente como “vitamina P” y “citrina”. También se pueden encontrar en las bayas, chocolate y frutas cítricas como la toronja.

El estudio incluyó 49,281 hombres y 80,336 mujer. Los investigadores dieron cuestionarios a los participantes y utilizaron una base de datos para calcular la cantidad de flavonoides que se ingerían. Luego analizaron la asociación entre la ingesta de flavonoides y el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. También analizaron el consumo de cinco fuentes principales de alimentos ricos en flavonoides: té; bayas; manzanas; vino tinto; y naranjas o jugo de naranja. Los participantes fueron seguidos durante 20 a 22 años.

Durante ese tiempo, 805 personas desarrollaron la enfermedad de Parkinson. En los hombres, el 20% superior que consumió la mayor cantidad de flavonoides tenía un 40% menos de probabilidad de desarrollar la enfermedad de Parkinson que el 20% inferior que consumió la menor cantidad de flavonoides. Para los hombres, mientras que las bayas marcaron el camino, también podrían reducir aún más el riesgo comiendo regularmente manzanas, naranjas y otras fuentes de flavonoides.

Desafortunadamente, en las mujeres no hubo relación entre el consumo general de flavonoides y el desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Pero cuando analizaron más de cerca un flavonoide específico, la antocianina, descubrieron que reducía el riesgo de Parkinson tanto en hombres como en mujeres. ¿Y dónde se encuentran las antocianinas en la mayor abundancia? Bayas.

Este es el primer estudio en personas que examina la asociación entre los flavonoides y el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Es muy alentador y ofrece una prueba más de que la comida es medicina. Los químicos invisibles en las bayas y otras frutas tienen sorprendentes efectos protectores sobre las neuronas de nuestro cerebro. Una vez que esto se confirme en otros estudios, los flavonoides pueden ser una forma natural y saludable de reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson.

Mientras tanto, siga comiendo bayas al contenido de su corazón.