Trate su depresión, alivie su dolor

¿Alguna vez se ha preguntado si existe una conexión entre el dolor y la depresión? ¿La depresión empeora el dolor físico? ¿El dolor físico causa depresión? ¿Cuánto están vinculados?

Los investigadores han estado reflexionando sobre estas preguntas durante mucho tiempo. Pero, hasta hace poco, no se habían realizado muchos estudios para explorar el vínculo entre estas dos condiciones. Como gran parte de la medicina occidental, lo que sucede en el cuerpo a menudo se separa de lo que sucede en la mente. Aunque, por supuesto, hay excepciones inadvertidas a esta separación. A veces se le puede decir que el dolor está “en su cabeza”. Que le digan eso puede ser muy frustrante. En parte, porque el dolor físico es real cualquiera que sea su origen.

Investigadores británicos acaban de explorar esta zona gris entre el dolor físico y el estado mental y han encontrado algunos resultados muy interesantes. El equipo de investigación comenzó señalando que el dolor y la depresión a menudo ocurren al mismo tiempo y que hay dos escuelas básicas de pensamiento: algunos creen que el dolor es un estado mental; mientras que otros afirman que el dolor es principalmente un estado corporal.

Para ver cómo el dolor y la depresión pueden cruzarse, el equipo de investigación usó imágenes cerebrales para realizar pruebas de dolor en participantes sanos. Los participantes se sintieron tristes, momento en el que los investigadores se unieron para descubrir qué estaba sucediendo en el cerebro.

Descubrieron que un estado de ánimo deprimido parecía afectar los circuitos de los nervios cerebrales. En particular, se activó la circuitería responsable de la emoción, lo que resultó en una percepción más fuerte del dolor. En otras palabras, cuando los participantes sanos se sentían tristes por los pensamientos negativos y la música deprimente, el equipo de investigación descubrió que sus cerebros procesaban el dolor de manera más emocional, lo que les causaba más desagrado.

El equipo de investigación planteó que la capacidad para controlar las emociones negativas relacionadas con el dolor, la depresión provoca un cortocircuito, lo que provoca síntomas de dolor más fuertes cuando golpean. Es muy posible que la depresión no sea solo una consecuencia del dolor, sino que aumente el dolor, empeorando la situación de lo que sería para quienes tienen una actitud positiva.

El equipo de investigación dice que su estudio demuestra el estado de ánimo deprimido conduce a cambios negativos en la función cerebral cuando se asocia con el dolor. Esperan que un estado de ánimo deprimido en sí mismo pueda ser un objetivo para el tratamiento con medicamentos o psicoterapia en aquellos que sufren de dolor físico.

Para quienes sufren de dolor crónico, este estudio puede ser un avance muy beneficioso. Si la depresión causada por el dolor físico pudiera evitarse mediante el bloqueo de los cambios negativos que pueden ocurrir en los circuitos cerebrales, entonces tal vez los niveles de dolor disminuirán y el ciclo de los síntomas crónicos podría romperse.