Cada vez que leo las noticias más recientes sobre la salud, miro las noticias sobre problemas de salud o simplemente navego en línea, suelo encontrar información sobre la diabetes tipo 2. La razón de esto es bastante simple: esta enfermedad se considera una pandemia global, por lo que está recibiendo una gran atención.
En mi opinión, esto es completamente justificable, dado el impacto que esta enfermedad tiene en EE. UU. población . Lo que las personas entienden sobre la diabetes, en un sentido general, es que está relacionado con el aumento de peso excesivo y la obesidad. Sin embargo, ¿sabía usted que la diabetes tipo 2 también se ha asociado con depresión ?
Se ha entendido anteriormente que las personas que tienen sobrepeso u obesidad y que posteriormente son diagnosticadas con diabetes son más propensas a también sufre de depresión. Las personas que experimentan ambas afecciones también tienden a estar más afligidas y sufren más complicaciones. Esto se consideró parte integrante de la condición crónica en sí misma y se atribuyó a puntuaciones de calidad de vida más bajas. Como una enfermedad comórbida, la depresión puede ser devastadora; puede afectar en gran medida la salud y el bienestar de cualquier persona que lo experimente.
Pero ahora, algunas investigaciones nuevas pueden arrojar algo de luz sobre esta asociación entre la diabetes tipo 2 y la depresión. Esta nueva información sugiere que en los pacientes con diabetes y depresión, los niveles de inflamación en la sangre tienden a ser más altos que los de los pacientes que solo padecen diabetes. Este hecho podría explicar por qué los diabéticos que sufren de depresión tienden a estar más enfermos.
Este estudio implicó la evaluación de 1.227 participantes con diabetes tipo 2, incluidos análisis de sangre, pruebas psicológicas y pruebas de función cardíaca y vascular. Los investigadores demostraron que los participantes que también sufrían de depresión también tenían más probabilidades de tener un índice de masa corporal más grande, niveles más bajos de funcionamiento cardíaco y vascular, y marcadores sanguíneos más altos para la inflamación.
Además, después de controlar por los participantes edad, sexo, peso corporal y uso de medicamentos, los marcadores de inflamación permanecieron estrechamente relacionados con la depresión en los participantes que la experimentaron.
Esta es información importante para las personas mayores que padecen diabetes porque tienen una tasa de mortalidad que es dos veces más alto en comparación con las personas que tienen diabetes y no experimentan depresión. También es importante entender que la depresión no es una consecuencia de la enfermedad de diabetes, pero puede ser parte de la enfermedad en sí misma.
En mi opinión, los mayores niveles de complicaciones asociadas con los pacientes que tienen diabetes y la depresión están relacionadas con la inflamación misma. Estos pacientes tienden a empeorar porque los niveles más altos de inflamación impulsan los procesos destructivos dentro de sus órganos y arterias, causando el daño asociado con la diabetes. Lo mismo puede decirse del cerebro mismo. Se sabe que niveles más altos de inflamación dentro del cerebro son destructivos para la función de las células cerebrales y el flujo sanguíneo, y podrían contribuir en gran medida a la depresión.
Como un trastorno, se ha demostrado anteriormente que la depresión responde al intervenciones, incluido el uso de grasas omega-3 y ciertos antioxidantes que calman la inflamación.
En mi opinión, la diabetes es un trastorno sistémico e inflamatorio que puede afectar literalmente a todas las partes del cuerpo humano. Esta nueva investigación nos muestra cuán generalizada puede ser esta enfermedad.