A pesar de tener una historia que data de hace más de 5.000 años a las antiguas civilizaciones en China, aquí en los Estados Unidos, el té verde sigue sin recibir respeto de la Administración de Alimentos y Medicamentos. Los herbolarios le dirán que el té verde es (además del agua) quizás la bebida más saludable del planeta.
Se cree que el tema de innumerables estudios médicos es que el té verde ayuda a prevenir una variedad de enfermedades, incluidas la gingivitis, la rosácea, las quemaduras solares, el colesterol alto y, lo más importante, la enfermedad hepática, el cáncer y las enfermedades cardíacas. ¡Todo eso en una taza humeante!
El verano pasado, la FDA ignoró las probadas capacidades quimiopreventivas del té verde (protección contra el cáncer) al decir que no lo aprobaría para tal uso. Las autoridades dijeron que el té carece de evidencia de esta naturaleza y concluyeron que era “altamente improbable” que el té verde reduzca el riesgo de cáncer de próstata y de mama.
Este fue otro golpe para los creyentes de la medicina alternativa, pero nada nuevo, ya que la ciencia occidental está menos inclinada a creer que una hierba podría ser tan útil como un producto farmacéutico envasado químicamente.
Entonces, justo este mes, la FDA eliminó nuevamente el té verde. Una compañía japonesa que elabora té verde solicitó a la agencia que permita presentar un reclamo sobre el producto diciendo que puede reducir los factores de riesgo relacionados con la enfermedad cardíaca.
La compañía cree que las “catequinas” (una sustancia que tiene capacidades antioxidantes) en el té verde pueden hacer esto, pero la FDA dijo una vez más que no había “evidencia científica creíble” para apoyar esta noción.
La FDA analizó estudios “observacionales” en el pasado, donde un grupo de participantes bebía té verde o no. La FDA encontró resultados mixtos como resultado de su revisión del estudio, lo que los llevó a rechazar la solicitud de la compañía japonesa.
La FDA, sin embargo, no sugirió que el té verde no sea saludable. Simplemente argumentó que la ciencia (y seamos claros aquí, la ciencia occidental) aún tiene que demostrar que una persona que bebe té verde regularmente reducirá su riesgo de enfermedad cardiovascular.
En cualquier caso, el té verde contiene “polifenoles”, que son sustancias valiosas que poseen propiedades antioxidantes, anticancerígenas, antitumorales e incluso antibióticas.
Sin embargo, el té verde tendrá que seguir el largo camino de la respetabilidad, el camino más largo de todos los medicamentos, ya que sus propiedades saludables siguen siendo cuestionadas en los Estados Unidos. A pesar de la renuencia de la FDA a reconocer a este antiguo sanador, no hay absolutamente ninguna razón por la que evitarlo Es una bebida saludable que posiblemente podría beneficiar enormemente a su cuerpo. Por ahora, eso es todo lo que necesita saber.