Dos formas naturales para combatir las enfermedades autoinmunes

Investigadores de la Universidad de California en Irvine (UCI) han descubierto dos compuestos naturales que podrían ayudar a detener la respuesta inmune insegura que está detrás de las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide (AR) y la diabetes tipo 1.

Antes de llegar al estudio, echemos un vistazo a lo que sucede cuando aparece una enfermedad autoinmune. Los glóbulos blancos son los principales jugadores en la alineación de defensa de su cuerpo. Buscan y destruyen infecciones y enfermedades, como el cáncer. Sin embargo, algunas veces (por razones aún por determinar) estas poderosas células blancas funcionan mal y comienzan a dañar las partes del cuerpo que estaban destinadas a proteger.

Dependiendo de la parte del cuerpo afectada, esto puede conducir a cualquier cantidad de condiciones, que se agrupan bajo el término “enfermedades autoinmunes”. Dos tipos muy comunes de sobrerreacción de este sistema inmune son la diabetes tipo 1 y la AR: estas son las condiciones que fueron examinados en el reciente estudio UCI.

Según la Asociación Estadounidense de Diabetes, aproximadamente 20.8 millones de estadounidenses padecen diabetes y hasta 10% de los casos son diabetes tipo 1. La diabetes tipo 1 alguna vez se denominó “diabetes juvenil”, ya que normalmente se diagnostica en la infancia o en la adultez temprana. Esta forma de diabetes se caracteriza como una enfermedad autoinmune porque los glóbulos blancos destruyen las células productoras de insulina del páncreas. La insulina es una hormona que es esencial en la producción y regulación de la glucosa (es decir, azúcar en la sangre), que es lo que proporciona energía al cuerpo para todas sus funciones esenciales. Puede ser bastante peligroso y causar daños en los nervios, problemas de visión o enfermedades cardíacas o renales.

La AR es una forma de artritis causada por la inflamación en las articulaciones, que se desencadena por una reacción exagerada del sistema inmune. Afectando a alrededor de 2.1 millones de personas en los EE. UU., Esta condición incapacitante puede causar articulaciones rojas e hinchadas, dolor y rigidez en los músculos y las articulaciones, e inflamación alrededor del corazón o los pulmones. En casos severos, una persona que padece AR puede ser discapacitada o deformada, incapaz de realizar actividades diarias, como vestirse.

Por lo tanto, no es sorprendente que la ciencia médica esté constantemente buscando nuevas formas de tratar o prevenir las enfermedades autoinmunes, y si el remedio es natural, entonces será mucho mejor. Los investigadores de la UCI querían hacer precisamente eso: probar dos compuestos naturales en enfermedades autoinmunes. En dos pruebas separadas, el equipo de investigación analizó los efectos de los compuestos modificados de la planta de ruda (el compuesto se llama “PAP-1”) y el extracto de veneno de anémona de mar cubana (“SL5”). Rue es un pequeño arbusto de hoja perenne con un fuerte olor y una anémona de mar es una criatura pequeña con pequeños tentáculos que se adhiere a las rocas en el fondo de un mar u océano.

En la primera parte del estudio, los investigadores de la UCI utilizaron muestras de sangre de pacientes con diabetes tipo 1 y muestras de fluidos conjuntas de pacientes con AR. Cuando se trataron con PAP-1 o SL5, las células T (un tipo de glóbulo blanco) involucradas en la reacción autoinmune en ambos tipos de muestras se inhibieron, mientras que las células T sanas se dejaron solas para proteger al cuerpo de la infección.

En la segunda parte del estudio, los científicos observaron ratas que tenían diabetes o una forma experimental de AR. En los roedores diabéticos, la PAP-1 desaceleró la aparición de la enfermedad y redujo el riesgo de enfermedad. En las ratas con AR, el compuesto SL5 impidió que progresara la enfermedad articular y mejoró la función articular.

Los investigadores de la UCI ahora creen que los compuestos PAP-1 y SL5 bloquean un canal iónico en las células T rebeldes involucradas en enfermedades autoinmunes. De esta forma, impiden que las células se reproduzcan y detienen la producción de “citocinas”, que son sustancias químicas que se usan para dañar otras células en un ataque autoinmune. Esto es muy emocionante, ya que parece que estos dos nuevos compuestos naturales podrían detener ambas enfermedades terribles en sus pistas. Se están realizando pruebas adicionales para determinar la seguridad de estos compuestos en humanos.

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