Aquí está algunas noticias de salud recientes que pueden sorprenderte. Investigadores que trabajan para la Universidad de Kyoto en Japón descubrieron que la dieta no es necesariamente el mejor tratamiento preventivo para la enfermedad de Alzheimer. Es posible que el simple ejercicio común y corriente sea aún mejor para reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
Se sabe desde hace tiempo que una dieta no saludable puede aumentar el riesgo de Alzheimer. En particular, se dice que una dieta alta en grasas aumenta sustancialmente el riesgo. Debido a esto, la prevención Alzheimer se ha centrado en mejorar la dieta y remediar las disfunciones metabólicas que se producen debido a una dieta alta en grasas. Esto es exactamente lo que los investigadores japoneses pensaron que probarían cuando diseñaron un ensayo clínico.
El estudio que realizaron demostró que los ratones alimentados con una dieta alta en grasas mostraron un empeoramiento de la función cognitiva en comparación con los ratones de control con una dieta normal. Sin embargo, descubrieron algo más: el ejercicio voluntario compensa las consecuencias negativas para la salud de una dieta alta en grasas, específicamente deterioro de la memoria y acumulación de placa amiloide en el cerebro. Sorprendidos por esto, los investigadores llevaron a cabo otro estudio que comparó el efecto del control de la dieta sobre la función cognitiva con el del ejercicio voluntario, así como también con el tratamiento combinado (control de la dieta más ejercicio)
. (Tenga en cuenta que la placa amiloide es una acumulación de proteína que se ha encontrado alrededor de las células nerviosas en el cerebro de pacientes con Alzheimer).
Efectivamente, los investigadores descubrieron que el ejercicio era más efectivo que la dieta sola, aunque tanto el ejercicio como la dieta mejoró el funcionamiento de la memoria y redujo los depósitos de placa. Aunque la producción de placa amiloide se mantuvo aproximadamente igual entre los ratones tratados con el ejercicio y el control de la dieta, se observaron otras diferencias. El ejercicio fortaleció específicamente la actividad de una sustancia llamada “neprilysin”. Neprilysin es una enzima que ayuda a degradar las placas amiloides en el cerebro. Los investigadores también notaron que el efecto del tratamiento combinado (ejercicio y control de la dieta) sobre la memoria y la patología amiloidea no fue significativamente diferente del ejercicio solo.
Los investigadores concluyeron que el ejercicio es una intervención útil para reducir el deterioro cognitivo. Otra gran razón por la que debería hacer ejercicio todos los días. Mantenga su cerebro libre de placa comiendo los alimentos correctos y, sobre todo, manteniéndose activo todos los días.
Para otros consejos de salud sobre ejercicio y nutrición, lea el artículo Cómo el ejercicio realmente lo hace comer mejor.