Hipertrofia amigdalina: causas, síntomas y tratamientos

Las amígdalas agrandadas son comunes y muchas veces no representan ningún riesgo. Si tiene dificultad para tragar, pérdida de apetito o patrones irregulares de sueño, puede tener una afección llamada hipertrofia amigdalar. Cuando estos u otros síntomas comienzan a afectar sus actividades cotidianas, es hora de actuar. Discutiremos las causas y las opciones de tratamiento de la hipertrofia amigdalar médica y natural disponibles.

¿Qué es la hipertrofia amigdalina?

Nuestras amígdalas son masas de tejido linfoide suave localizadas a cada lado de la parte posterior de la garganta. Al igual que las adenoides de la cavidad nasal, el papel principal de las amígdalas es evitar que las bacterias y los virus ataquen nuestro cuerpo liberando glóbulos blancos para combatir la infección. Cuando las amígdalas se hinchan o agrandan, se conoce como hipertrofia amigdalina o hipertrofia de la amígdala. Esto puede llevar a complicaciones tales como dificultad para respirar y deglución. La hipertrofia amigdalar en adultos ocurre, pero es más común en niños pequeños.

Causas de hipertrofia amigdalina

Las amígdalas agrandadas pueden estar presentes al nacer o desarrollarse como resultado de una infección. En la mayoría de los casos, la infección de las amígdalas es la causa raíz. Las fuentes principales son amigdalitis aguda, amigdalitis crónica y absceso periamigdalino. También puede estar relacionado con la bacteria del estreptococo o las infecciones por el virus de Epstein Barr. Algunos expertos han sugerido que factores ambientales como el humo de segunda mano y los contaminantes pueden causar la irritación e inflamación de las amígdalas.

Síntomas de la hipertrofia amigdalina

Los síntomas de la hipertrofia amigdalina pueden variar de persona a persona. Para algunos, no hay síntomas cuando las amígdalas agrandadas están presentes en el momento del nacimiento, y para otros, puede haber una serie de síntomas acompañantes. La hipertrofia amigdalina relacionada con una infección generalmente presenta uno o más de los siguientes síntomas:

1. Dificultad para deglutir

A medida que el tejido se hincha, las amígdalas pueden expandirse lo suficiente como para causar un bloqueo parcial que dificulta la deglución. El dolor también puede ser parte de este síntoma.

2. Pérdida de apetito

Cuando le duele comer, es fácil perder interés en los alimentos.

3. Cambios de voz

La hinchazón del tejido cerca de las cuerdas vocales puede causar un cambio en los tonos de la voz.

4. Mala aliento

La hipertrofia amigdalar causada por una infección puede provocar casos de mal aliento.

5. Ronquidos

Dependiendo del tamaño del bloqueo causado por la hinchazón, las vías respiratorias pueden producir un efecto roncador.

6. Infección del oído

Si las amígdalas bloquean las trompas de Eustaquio, puede causar una acumulación de líquido detrás del tímpano y las infecciones del oído.

7. Sinusitis crónica

Al igual que con las orejas, el drenaje inadecuado debido a las amígdalas agrandadas puede crear un problema con los senos paranasales. Los síntomas de esto incluyen congestión, fatiga y sensación de presión.

8. Apnea del sueño

Los casos graves pueden causar apnea del sueño, ya que las vías respiratorias se bloquean durante el sueño. La suspensión corta y constante de la respiración puede provocar complicaciones cardíacas.

Tratamiento de la hipertrofia amigdalina

Con las posibles complicaciones a las que pueden dar lugar las amígdalas agrandadas, la mayoría de los casos necesitan tratamiento inmediato. Los antibióticos son la primera respuesta médica para las infecciones, y se puede recetar un antihistamínico si es causado por una reacción alérgica.

En casos severos, se puede requerir cirugía para extirpar las amígdalas y adenoides hipertróficas. Por lo general, se realiza como una cirugía de día y bajo anestesia general. Los riesgos quirúrgicos incluyen una reacción a los anestésicos. Esto puede causar náuseas, vómitos, dolores de cabeza y dolor muscular. Como el procedimiento se realiza a través de la apertura de la boca, puede haber dificultad para respirar después de la cirugía debido a una hinchazón de la boca y la lengua internas. Todas las cirugías tienen riesgo de sangrado, tanto durante el procedimiento en sí mismo como después de la recuperación. Es importante seguir todas las instrucciones postoperatorias para prevenir infecciones también. Durante la recuperación de la cirugía de la amígdala, un paciente puede esperar pasar los siguientes 10 a 14 días en reposo. Se requieren líquidos y alimentos blandos para mantener la hidratación y adquirir nutrientes.

La cirugía no es tan común como lo era antes y generalmente se realiza en menos del 30% de los casos en la actualidad. Otras opciones de tratamiento pueden incluir la terapia de ozono, el tratamiento de climatoterapia en el spa, la terapia de ultrasonido y la hidropatía al vacío.

Existen algunos remedios caseros naturales que pueden ayudar con los síntomas de la hipertrofia amigdalina.

1. Inhalación con vapor

La inhalación de vapor puede ayudar a reducir el moco nasal y promover el drenaje para una mejor respiración.

2. Gargle

Use sal en agua tibia para hacer gárgaras para tratar dolores y dolores en la región de la garganta. También evitará que la infección se propague. Use este tratamiento junto con la inhalación de vapor para obtener mejores resultados.

3. Miel y cúrcuma

Las propiedades antimicrobianas de la miel cruda y las propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma se pueden utilizar para ayudar a reducir la hinchazón y prevenir nuevas infecciones. Use una cantidad igual de ambos para crear una pasta comestible para tomar cuatro veces al día.

La hipertrofia amigdalar puede causar una variedad de síntomas que pueden interrumpir el sueño y las actividades diarias. También puede pasar desapercibido en aquellos que no presentan síntomas obvios y, naturalmente, se reducen en unos pocos años. Debido a causas desconocidas, algunas personas nacen con amígdalas agrandadas, lo que puede ocasionar problemas graves. Las amígdalas agrandadas también pueden ser causadas por infecciones. Hace años, el tratamiento principal era la extirpación quirúrgica de las amígdalas, pero hoy en día la mayoría de los casos se tratan con medicamentos y la cirugía es el último recurso para casos graves. Los remedios naturales pueden ayudar a aliviar los síntomas y prevenir más complicaciones.