No debería dejar que la depresión pase desapercibida

Parece que depresión y la enfermedad cardíaca tienen un vínculo bastante significativo. Cuando algo comparte un camino con la enfermedad cardíaca, la principal causa de muerte en el mundo, todos debemos prestar atención seria.

Un nuevo estudio publicado en “Heart” encontró que la combinación de depresión y enfermedad cardíaca puede ser mucho más letal que tener una de estas condiciones solamente.

Investigaciones previas han indicado que las personas que están deprimidas, pero por lo demás sanas, son más propensas a desarrollar enfermedades del corazón. Ese enlace es independiente de todos los otros factores de riesgo. Otro hecho triste es que las personas deprimidas tienen más probabilidades de morir por todas las causas. Pero lo que no quedó claro es si la depresión es más mortal para las personas con enfermedades cardíacas que para quienes no la tienen.

Los investigadores rastrearon a 6.000 adultos durante más de cinco años. Aproximadamente uno de cada siete de los 6.000 (15%) obtuvo una puntuación alta en una escala de síntomas depresivos. Y uno de cada cinco (20%) de aquellos con cardiopatía establecida estaba deprimido, en comparación con uno de cada siete (14%) de aquellos sin problemas cardíacos.

Durante el período de monitoreo, 170 personas murieron. Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular representaron 47 de estas muertes. Aquellos con enfermedad cardíaca solo tenían un 67% más de probabilidad de morir por todas las causas, mientras que los que estaban deprimidos (pero por lo demás sanos) tenían el doble de probabilidades de hacerlo que los que no tenían ninguna condición.

Pero aquí está el truco: las personas con la depresión y la enfermedad cardíaca tenían casi cinco veces más probabilidades de morir que sus pares sanos. Increíblemente, combinar las dos enfermedades completamente diferentes cuadruplicó el riesgo de morir de un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

La parte del “por qué” de esto no está clara. Pero los investigadores especulan que la inflamación y los coágulos de sangre podrían desempeñar un papel. Pero enfatizan que, hasta que se comprenda más, los médicos y seres queridos deberían prestar más atención a la depresión, particularmente en pacientes con problemas cardíacos.

La depresión es una enfermedad difícil de tratar y de hecho puede requerir psicoterapia y potencialmente productos farmacéuticos. Para aquellos que tienen la libertad de explorar soluciones alternativas, las siguientes son actualmente las mejores posibilidades: suplementos de aceite de pescado; ejercicio regular; meditación; acupuntura; hierba de San Juan, SAMe, fenilalanina, 5-HTP, estimulación magnética transcraneal repetitiva; y DHEA.