Tos y los cofres doloridos pueden ser una molestia. Afortunadamente, estos males quedan a menudo calmados por los descongestivos de las farmacias. Desafortunadamente, en algunos casos, ninguna cantidad de descongestivos ayudará porque el problema no es un cofre irritado; en realidad es una enfermedad de la válvula cardíaca.
Las válvulas cardíacas son responsables de empujar su sangre en la dirección correcta. Desafortunadamente, si una de estas válvulas (particularmente las del lado izquierdo del corazón) sufre una lesión, podría comenzar a filtrar sangre a los pulmones, dificultando la respiración y causando fatiga y tos. La acumulación de líquido en los pulmones también se conoce como “edema pulmonar “.
Este tipo de fugas peligrosas pueden ser causadas por infección o inflamación en la válvula cardíaca, una condición que se conoce como prolapso de la válvula mitral. (donde las válvulas son flojas y no pueden empujar la sangre eficazmente) o por un corazón agrandado o aorta. Es posible que escuche el término “soplo cardíaco” que se usa junto con la enfermedad de las válvulas cardíacas. Esto se debe a que los soplos cardíacos son comúnmente causados por este problema de la válvula con fugas.
Aunque la enfermedad de la válvula cardíaca a menudo está presente al nacer, también puede ocurrir más adelante en la vida. Algunas veces, las enfermedades de las válvulas cardíacas también pueden empeorar debido a ciertas afecciones, como la diabetes. Su médico escuchará las anormalidades de su corazón y puede solicitar un ecocardiograma (una forma de ultrasonido cardíaco) u otras pruebas para ver si hay una válvula cardíaca que funciona con insuficiencia. Si se descubre que este es el problema, a menudo es necesaria la cirugía para reparar o reemplazar la válvula.
Aunque a veces la tos puede indicar un problema en la válvula cardíaca, a veces es solo una tos . Solo acude a tu médico si tu tos no desaparece durante varios días o si los descongestionantes no ayudan. Recuerde que una tos anormal generalmente va acompañada de sensación de fatiga, mareo aumento del ritmo cardíaco (latido cardíaco), dolor en el pecho y dificultad para respirar cuando se acuesta o realiza actividad física.
Si experimenta alguna de estos problemas, consulte a su médico.
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