Y el vínculo vitamina D-cáncer continúa. Este poderoso nutriente está a punto de ser probado contra otro enemigo poderoso: el cáncer de esófago.
En este estudio, los investigadores están examinando si la ingesta de vitamina D está relacionada con un aumento de una proteína específica que puede ayudar a prevenir la enfermedad de Barrett. convirtiéndose en cáncer Los pacientes con esófago de Barrett tomarán vitamina D semanalmente (50,000 unidades internacionales) durante hasta cuatro meses, y se medirán los niveles de proteína.
Es otro estudio importante en la evolución de este cáncer nutricional combatiente.
La vitamina D es se está estudiando su papel para ayudar a reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer, incluidos tumores comunes como los del colon, los senos y la próstata. La “vitamina del sol”, como se la conoce, se ha demostrado cada vez más como el mejor nutriente para combatir enfermedades. La lista de enfermedades a las que se ha vinculado para ayudar a prevenir o tratar es sorprendentemente larga. Eche un vistazo rápido a esto: enfermedad de Crohn; Enfermedad de Alzheimer; cáncer; osteoporosis; artritis; fracturas de hueso; enfermedad del corazón; enfermedades autoinmunes de cualquier tipo (en particular: esclerosis múltiple); Diabetes tipo 1; la gripe; el frio comun; tuberculosis; y muerte prematura.
El nuevo estudio es el primero de su tipo en examinar el papel potencial de la vitamina D para ayudar a prevenir el cáncer de esófago. Lo sorprendente de esto es que tiene el potencial de hacer una contribución muy importante al tratamiento médico del esófago de Barrett. Y esa condición por sí sola se está convirtiendo en un desafío creciente a medida que pasa el tiempo.
Global Zesty vigilará este estudio y la miríada de otros que están poniendo la vitamina D frente a los pesos pesados del mundo de la enfermedad.